Conflicto irracional


 

 

                "Héroe, quien lucha por su gente. Cobarde,  quien inicia y dirige la guerra desde un escritorio" 

                                                                             Anónimo 


Intenté almorzar, pero no pude lograrlo, debí parar al enterarme de la invasión. Confieso que la noticia me ha dejado estupefacto. Leer la injustificable postura del atacante, causó un estruendo en mi interior.  

         Como abogado, sé que el derecho internacional es un tanto delicado. Recomiendo con mucho énfasis la diplomacia, la conciliación entre las partes, con el firme propósito de evitar la disputa.

         Dejé el restaurante  y regresé al despacho. Me contacté de inmediato con la cancillería, les sugerí la mediación, basada en los distintos tratados internacionales. Afortunadamente, mis recomendaciones fueron tomadas en cuenta. En la declaración, nuestro representante diplomático, antes de  unirse a la condena mundial, se ofreció como mediador.

Recibí  las primeras imágenes de la guerra, bajo un cúmulo de estrellas. Lloré largamente, cual  niño sin madre.  Al  recuperarme, soñé con un planeta sin armas, un lugar igual, en el que se pueda vivir en paz.



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