“Que nos separen guerras y pestes, muertes o locura, pero no el paso del tiempo”
Mario Puzo
Desde la radio, se anunció su llegada. En las casas, angustiados padres preparan a los críos, les indican la forma correcta de colocar el toldillo. Cualquier espacio sin cubrir, sería fácilmente aprovechado por él.
El alcalde, ordenó no salir esa tarde. Cada familia se debe resguardar hábilmente, respetar las disposiciones. El incumplimiento de estas normas conllevaría al destierro, sin importar edad, ni sexo.
En la región vecina, el daño fue de grandes proporciones. Personas terminaron convirtiéndose en repugnantes y hediondas criaturas. Posterior a la picadura del bicho, la piel se invade de pequeñas burbujas. Al reventar, desprenden un líquido color purpura. El correr de las horas da paso a volcánicas llagas. Quemar todo, resultó ser la cura más efectiva.
Un enorme enjambre llega al anochecer, trata de entrar a cada hogar, pero no lo logra. Pueblo chico, es recordado por cumplir a cabalidad con su protocolo de salvación.
Héctor DANIEL
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