“Nunca digo adiĂ³s, porque un adiĂ³s significa irse e irse significa olvidar”
J.M. Barrie
Observa discretamente la pequeña habitaciĂ³n. Sin
despedirse de Ă©l, ni de sus tres hijos parte al caer el atardecer. Al casi
cerrar la puerta, una extraña sensaciĂ³n
la obliga a voltearse.
Deja en ella, trece años de vida comĂºn, una vida marcada por la carencia de lo esencial. De esa etapa, extrae consigo el desmedido amor que le irradiĂ³ RamĂ³n durante toda su estancia. EstĂ¡ completamente segura que volverĂ¡, no sabe cuĂ¡ndo, pero lo harĂ¡. Se acerca rĂ¡pidamente al mesĂ³n, toma la fotografĂa de sus retoños, la guarda en la maleta, limpia la lĂ¡grima que apareciĂ³ sin querer, cierra la estrecha puerta y se pierde en el horizonte…
HĂ©ctor DANIEL
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